Defendamos El Patrimonio Arqueológico.
«Si no sabemos de donde venimos,¿cómo vamos a saber, para donde vamos?».
Sentencia indígena.
Colecciones completas del patrimonio nacional desaparecen por robo, contrabando, guaquería de tumbas indígenas, para surtir las galerías de arte y las casas de subasta de Nueva York, Londres, Tokio, París, etc., ciudades donde se exhibe y ofrece el arte precolombino como piezas exóticas y a precios abultados. Los bienes culturales de América y otros continentes vienen siendo despojados por los pueblos desarrollados, con el vacío cultural que se deriva de los saqueos.
Sabemos de los miles de guaqueros que atenían contra el patrimonio histórico y artístico. Está en la letra muerta, artículos del Código Penal Colombiano, como es caso el artículo 315, que textualmente reza: «El que cometiere acto de profanación en el cadáver de una persona o de sus restos, o el que con fin injurioso o ilícito sustraiga o viole de cualquier manera una sepultura, incurrirá en prisión de seis meses a dos años». Entonces preguntamos ¿qué son las guacas? son las tumbas indígenas que profanan los guaqueros y que por tanto deberían estar en la cárcel. La ley 14 de 1936 contempla como monumentos muebles de la época precolombina: las armas de guerra, los utensilios de labor, las obras de alfarería, los tejidos, las joyas, los amuletos, los grabados, diseños, códices, los equipos, los trajes, los adornos de toda índole y en general, todo objeto mueble que por su naturaleza o su procedencia muestre que proviene de algún inmueble, que auténticamente pertenece a aquella época histórica.
Infortunadamente el desprecio y subvaloración de nuestro patrimonio colombiano tiene vergonzosos antecedentes históricos, cuando en 1892 el Gobierno de Carlos Holguín donó al Gobierno español, ciento veintidós piezas de oro de los tesoros de los quimbayas y muiscas, con destino a un museo de Madrid, en testimonio de agradecimiento por la valiosa intervención de la Reina María Cristina de España, con el laudo arbitral sobre la demarcación de fronteras terrestres entre Colombia y Venezuela.
A mediados del año 2003, se presentó una subasta de 38 piezas del patrimonio colombiano, por parte de la casa Christie ‘s de París sin que se hubiera adelantado acciones efectivas para recuperarlas, conservarlas y exhibirlas en nuestros museos, atractivo cultural y turístico de nuestra identidad patrimonial.
El Dr. Eliecer Silva Cely, fue un destacado antropólogo Boyacense, quien se distinguió como el mejor investigador de la cultura chibcha, en los aspectos político, social, económico, religioso y cultural. Sus estudios lo llevaron a concluir que los chibchas tuvieron grandes adelantos en las técnicas metalúrgicas en la fundición del oro para las obras de filigrana, el calado y el “enchapado de las obras de orfebrería, mediante la utilización del carbón mineral como combustible.
El Dr. Silva hizo el estudio de las estatuas líticas halladas en el vencindario del municipio de Mongua. Elaboró el estudio y la lacalización donde estaba el templo del Sol en Sogamosoy con su trabajo sistemático y organizado, fundó el Museo y Parque Arqueológico. En Villa de Leyva, en el sitio denominado «El Infiernito», adelantó el estudio y clasificación de las piezas líticas, en forma de falos, que estaban localizados astronómicamente hacia los puntos cardinales Este – Oeste. Descubrió petroglifos y pictografías indígenas en varios departamentos y en diferentes lugares de Boyacá.
Sus estudios arqueológicos los centró en la descripción taxonómica de los cadáveres momificados de los cuales hizo hallazgos, dejó interesantes publicaciones de resonancia nacional e internacional a través de sesenta años, investigaciones reconocidas y valoradas por la crítica de la antropología mundial.